Las conjunciones generales (y eruditas) son adicionalmente, adicionalmente, en particular, aunque y a pesar de. Los adjetivos generales (y eruditos) dependen de lo que estés hablando, pero pueden incluir palabras como maravilloso, repugnante, absurdo, de buen gusto, melodioso, efímero, placentero y encantador.
Ser elocuente
La elocuencia no se transmite genéticamente y ciertamente puede ser aprendida por cualquier persona, a cualquier edad. Si te preocupa tu elocuencia, tómate el tiempo para practicar y mejorar no solo lo que dices, sino también cómo lo dices.
Pasos
Parte 1 de 2: Cambiar lo que dices
1. Mantener un vocabulario claro y conciso. Si bien este no suele ser el caso, tener un vocabulario amplio no significa necesariamente que tenga un vocabulario sólido. Cuando se trata de ser elocuente, menos es más. Una explicación larga no es mejor que una explicación simple y clara, si ambas tienen el mismo resultado. No uses más palabras para parecer más inteligente.
2. Usa lo que sabes. Trate constantemente de aumentar su vocabulario, pero mantenga un registro de lo que sabe cuando habla con otras personas. Una de las cosas menos elocuentes que puede hacer es usar un término erudito, o usar demasiadas palabras seguidas que finalmente dejen al oyente confundido.
3. Sin referencias útiles. Siempre que sea posible, es importante dar al oyente más información que pueda ayudar a explicar un pensamiento o idea, o transmitir mejor lo que quiere decir. Hacer referencia a la cultura pop, la literatura y el arte clásicos, los eventos históricos y las personas es muy útil y puede hacerte parecer aún más erudito.
4. No use palabras de relleno. Nada suena menos profesional y elocuente que llenar el espacio entre palabras y oraciones con palabras de relleno como "eh", "mmm", "sabes" y "sí". Tenga en cuenta que no está llenando cada oración con estas palabras, ya que no es necesario llenar cada silencio de esta manera. Si puedes, piensa bien lo que quieres decir antes de hablar para no tener que recurrir a estos rellenos.
5. Articula correctamente tus palabras. Puede que hayas preparado el discurso más elocuente del mundo, pero si balbuceas las palabras indistintamente, dejas a los oyentes a oscuras. Tómese el tiempo para articular bien sus palabras y trate de minimizar cualquier acento. Si le resulta difícil hablar con claridad, contrate a un entrenador de voz para que lo ayude con esto.
6. Aprende palabras de conexión y adjetivos conocidos. Uno de los problemas más conocidos del habla es que las personas buscan en vano las palabras adecuadas, provocando silencios durante una conversación en momentos desafortunados y haciéndolas parecer desprevenidas. Solucione esto familiarizándose con palabras de conexión populares y adjetivos populares. Si has olvidado lo que ibas a decir, es más fácil aferrarte a las palabras que tienes preparadas.
7. Piensa de antemano lo que quieres decir. Para evitar tropezar con sus propias palabras y comenzar a hablar de inmediato, es mejor pensar de antemano en lo que quiere decir. Similar a escribir una respuesta, pensar en el futuro le dará tiempo para formular la siguiente oración exacta. Pero tenga cuidado de no apegarse a un guión que parezca falso, o si accidentalmente olvida palabras importantes.
Parte 2 de 2: Cambiar la forma de hablar
1. Miedo a hablar y miedos sociales. Será extremadamente difícil sonar elocuente si su voz tiembla, habla demasiado bajo o comienza a tartamudear cuando habla. Tómese el tiempo para hacer algo al respecto contratando a un logopeda o a un psicólogo.
2. mantente relajado. Al igual que el comentario mencionado anteriormente sobre la superación de sus miedos, es importante tener en cuenta que simplemente no se está mostrando tan elocuentemente como si estuviera tenso o nervioso. Haz lo que sea necesario para relajarte, ya sea imaginando a la audiencia en ropa interior escuchando, o lo peor que podría pasar es que tu audiencia se aburra. Hablar debe ser natural y no forzado, así que deja que las palabras fluyan con naturalidad y no te preocupes demasiado por cómo lo dices o por lo que piensa la gente.
3. Habla con confianza. ¿Alguna vez has notado cómo las personas que parecen seguras de sí mismas automáticamente parecen más carismáticas y elocuentes?? Cuando hablas con confianza, creas curiosidad en la audiencia. Incluso si usted no se siente así, actúe con confianza y parecerá más profesional y elocuente. Además, si actúa como si fuera consciente de sí mismo, eventualmente se volverá más seguro de sí mismo. Una situación de ganar-ganar, eso es seguro.
4. Habla más lento. Hablar demasiado rápido hará que incluso el orador más erudito parezca apresurado y sin preparación. Si no está seguro de qué decir, la reacción natural es hablar más rápido para poder terminar antes. Esto no suena profesional y pareces tenso. Tómese el tiempo para hablar más despacio; es mejor hablar despacio que demasiado rápido.
5. Presta atención al oyente. Los oradores fuertes regularmente hacen contacto visual con su audiencia, a menudo mirando a diferentes personas a los ojos. Esto indica que no solo están hablando en el aire, sino que piensan que es importante que su audiencia realmente escuche y escuche lo que tienen que decir. Incluso si solo habla con una persona, asegúrese de que haya contacto visual regular.
6. Use notas si es necesario. Si tiene alguna inquietud acerca de dar un discurso, siéntase libre de tomar notas al respecto. Organizar sus pensamientos y escribirlos para que pueda usarlos como un recordatorio e inspiración de vez en cuando es una excelente manera de dirigir un discurso en el camino correcto. No use las notas como un guión, sino como una forma de recordar conceptos, palabras y frases clave de su discurso.
7. Practica frente al espejo. Sí, puede llevar un tiempo acostumbrarse a esto, pero al observarse a sí mismo mientras pronuncia el discurso, puede ver lo que debe ajustarse. Párate frente a un espejo o graba un video de ti mismo practicando. Esto le ayuda a señalar dónde las cosas van bien y dónde no van bien.
8. Pasa más tiempo leyendo. Leer libros no solo aumentará tu vocabulario y comprensión, también es una introducción al mundo de figuras eruditas y elocuentes de la historia y la ficción. Lea regularmente y preste mucha atención a las cosas que dicen los personajes que los hacen parecer elocuentes. Puedes copiar esta forma de hablar en tu propio discurso, si quieres.
Consejos
- Si tienes un amigo cercano o un familiar que es particularmente elocuente, presta atención a cómo habla e imítalo en tus propias conversaciones.
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