Si le preocupa que la presión de sus labios sea obvia, apriete la mandíbula con más fuerza. Hacer ambas cosas puede mantener la cara recta, pero apretar las mandíbulas hace que sea menos obvio lo que estás haciendo. Si te preocupa notar lo que haces cuando te muerdes la mejilla, usa la mano para fingir que te limpias la boca. Muerde el interior de tu mejilla mientras haces eso. Por ejemplo, piense en una noticia reciente sobre la pobreza. Si le preocupa su reacción cuando piensa en algo triste, piense en otra cosa: puede contar hacia atrás desde un número grande o tratar de recordar algo complejo, como una fórmula matemática. Si estás tratando de distraerte durante un juego, habla de algo que no tenga nada que ver. Por ejemplo, si juegas al póquer, no hables de otras veces que hayas jugado al póquer. En su lugar, puede hablar sobre su trabajo o algo que sucedió mientras estaba de compras. Por ejemplo, si alguien le cuenta una historia dolorosa con la que puede ver que no está contento, comparta su propia historia dolorosa. No solo evitará que se ría, sino que puede ayudar a que la otra persona se sienta mejor acerca de su propia experiencia.
Mantén tu cara recta
Contenido
Mantener una cara seria cuando tratas de no reír o traicionar cómo te sientes puede ser muy difícil. Trate de mantener la cara seria impidiendo que sonría. También puedes distraerte cuando intentas no sonreír o cuando no quieres que nadie sepa cómo te sientes. Escuchar realmente a la persona con la que estás hablando también puede ayudar a mantener una cara seria, ya que hará que te tomes la conversación en serio.
Pasos
Método 1 de 3: controlar tu rostro
1. Tomar una respiración profunda. Es imposible reír mientras se respira. Si tiene miedo de no poder mantener la cara recta, respire profundamente y luego exhale lentamente. Repite esto tantas veces como quieras hasta que ya no tengas ganas de reír.
- No respire profundamente con la boca abierta, entonces podría ser obvio lo que está tratando de hacer. En cambio, respira profundamente por la nariz, lo que resulta en una respiración más tranquila.
- Para una respiración profunda adecuada, inhale durante 2 a 3 segundos y exhale durante 3 a 4 segundos.
2. Presiona tus labios juntos. Apretar los labios puede ayudar a evitar que sonrías. Aprieta tus mandíbulas y aprieta tus labios. No podrás reírte a carcajadas con las mandíbulas apretadas y los labios apretados.
3. Muerde el interior de tu mejilla. Si juntar los labios no funciona, muerde el interior de la mejilla. Es más fácil parecer impasible cuando te metes las mejillas. Y si nada funciona, el dolor impedirá que tus sentimientos sean visibles para los demás.
4. cubre tu boca. Si tienes mucho miedo no puedes dejar de sonreír, tápate la boca con la mano. Sin embargo, trata de no hacer que esto sea obvio. Cubre las comisuras de la boca con los dedos o presiona los labios.
5. Pretender toser o estornudar. Si realmente no puedes soportar la cara seria, finge toser o estornudar. Eso te da la oportunidad de esconder tu rostro tapándote la boca, de esconder tu rostro cuando realmente no puedes más.
Método 2 de 3: distráete
1. mira otra cosa. Si ves algo divertido y tienes miedo de no poder contenerlo, mira hacia otro lado. Concéntrese en algo justo encima o al lado de lo que le parezca divertido. De esta manera, parece que sigues escuchando atentamente y no pareces grosero.
- Si se encuentra en una situación en la que mirar hacia otro lado podría ser de mala educación, por ejemplo, en clase o en una reunión, puede fingir que mira sus notas. Eso siempre es legítimo y ayuda a ocultar tus sentimientos.
2. mira tus pies. Si realmente no puedes apartar la mirada, tal vez estés conversando con alguien o jugando, mírate los pies. Es algo bastante común que la gente haga eso, y podría darte el tiempo suficiente para recuperar el control de tu expresión facial.
3. piensa en otra cosa. Si tienes miedo de reír, piensa en algo triste. Esto casi siempre relajará tu rostro. Evitará que te rías si eso te preocupa y también hará que tu cara sea más difícil de leer.
Método 3 de 3: Aprende a escuchar
1. Hacer preguntas. Si estás tratando de mantener una cara seria mientras hablas con alguien, involúcrate más en la conversación. Una forma de hacer esto es hacerle preguntas a la persona. También es una buena manera de desviar la conversación de lo que te parece gracioso.
- Por ejemplo, si la persona con la que estás hablando te ha hablado de su trabajo, pero luego pasa a un tema que te parece divertido, haz preguntas que obligarán a la otra persona a volver a su trabajo.
- Puedes decir algo como "Cuéntame más sobre qué tipo de educación necesitas para este tipo de trabajo" o "¿Cómo empezaste en ese campo?".`
2. Practica lo que dices. Si le resulta difícil mantener una cara seria cuando cuenta un chiste o juega un juego, practique de antemano. Practica el chiste varias veces para que puedas mantener la cara seria cuando cuentes el chiste. También puedes practicar cosas de las que hablar durante un juego, para distraerte y mantener una cara de póquer.
3. Piensa en situaciones similares en las que has estado. Las personas con las que hablas se sienten validadas cuando puedes respaldar lo que tienen que decir con tus propias experiencias. Al pensar en tu propio pasado, tu cerebro ya no estará preocupado por el presente y esto ayuda a recuperar el control de tu rostro.
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