Si no le gusta poner sus sentimientos en papel, vea si puede hablar con alguien sobre sus emociones. Elija a un amigo o familiar de confianza y dígale exactamente lo que está pasando: cómo se siente, quién estuvo involucrado, la razón por la que quiere vengarse, cómo cree que se sentiría acerca de cualquier represalia, etc... Se ha demostrado científicamente que la meditación reduce el estrés y es un gran mecanismo de afrontamiento para su deseo de venganza. Puede ralentizar tus pensamientos y ayudarte a calmarte y centrarte. "Podría ser peor.” “Controlo mi reacción a las acciones de esta persona.” “Lo superaré.” “Esto es solo temporal.” Con el tiempo serás capaz de poner las cosas en perspectiva. Verás más claro lo que es importante en tu vida y si vale la pena vengarse, así como sus posibles consecuencias. Intenta abrir tu corazón a tu enemigo y ponte en su lugar para tener una idea de cómo se puede sentir. Abandona la sensación de control rindiéndote y confiando en que las cosas saldrán bien por sí mismas. Abandona el control que crees que tienes sobre tu oponente para ayudarte a perdonarlo. “Perdonar y olvidar” puede no ser la mejor estrategia. Es bueno recordar lo que te hizo tu oponente para que puedas aprender de la experiencia y reconocerlo si amenaza con volver a suceder.
Deshazte de los sentimientos de venganza profundamente arraigados
Contenido
Puede ser que alguien te haya hecho daño y busques represalias vengándote de esa persona. Se siente avergonzado o humillado y quiere reparación, con la esperanza de recuperar su autoestima. Sin embargo, la venganza puede implicar violencia o crueldad innecesaria hacia la otra persona. Ceder a tu deseo de venganza probablemente no te traerá alivio, sino más sufrimiento. Aprender a deshacerte de tu deseo de venganza puede ayudarte a seguir adelante con tu vida, de una manera sana y segura.
Pasos
Parte 1 de 3: Aprendiendo a controlar tus emociones
1. Comprender las emociones básicas. La venganza es el resultado de sentirte menospreciado por tu agresor y al mismo tiempo sentirte avergonzado de haber permitido que esto sucediera. Tales sentimientos pueden enojarte, dándote el deseo de buscar venganza.
- Las emociones se sienten físicamente, así que aprenda a sentir las señales corporales de cada emoción para que pueda controlarlas mejor. Por ejemplo, cuando está enojado, su presión arterial aumentará y sentirá que el calor se irradia desde los hombros hasta la parte posterior de la cabeza.
- Tus emociones pueden influir en tu toma de decisiones al crear una conexión más profunda con cada decisión. Cuando está enojado, es más probable que tome decisiones apresuradas en comparación con cuando se siente feliz.
2. Escribe tus sentimientos. Poner tus sentimientos en palabras puede ayudarte a aceptarlos y aclarar tus pensamientos. Escribir tus sentimientos puede ayudarte a disminuir la intensidad de tus sentimientos y a disminuir tu profundo deseo de venganza.
3. meditar. Vaya a una habitación tranquila y siéntese en el suelo, cierre los ojos y concéntrese en respirar lenta y profundamente. Mientras medita, trate de despejar su mente de todos los pensamientos negativos y concéntrese en las cosas positivas de su vida.
4. Repite palabras para calmarte. Tus emociones pueden volverse demasiado y demasiado difíciles de manejar. En esos momentos, puedes repetirte afirmaciones positivas para ayudarte a recordar que incluso si no controlas la situación, puedes controlar tu reacción. Podrías repetirte los siguientes mantras:
Parte 2 de 3: encontrar alternativas a la venganza
1. Expresa tu enfado de forma constructiva. La ira y el odio a menudo van de la mano con la necesidad de venganza. Trate de encontrar una salida saludable para estas emociones negativas. Intente hacer algo que disfrute o escuche música que coincida con sus sentimientos. También puedes cocinar o escribir un poema.
- El ejercicio es una gran salida para las emociones negativas. Libera hormonas que mejoran tu estado de ánimo y reducen el estrés creado al controlar tu necesidad de venganza.
2. Realiza acciones que trascienden las de tu oponente. En lugar de rebajarte al nivel de tu oponente, hazlo y haz algo que te haga lucir más grande y mejor dotado. Por ejemplo, si tu enemigo se burló de ti por sacar una mala calificación en un examen, no busques venganza, sino estudia mucho más en el próximo examen para obtener la calificación más alta. Tu enemigo no podrá mantener su actitud burlona. Al poner el listón lo más alto posible, te haces sentir bien por haber logrado algo grandioso y detienes las acciones de tu oponente.
3. Escribe cómo te gustaría vengarte y luego rompe el papel. Piensa en todas las formas posibles, desde leves hasta desagradables, en las que podrías vengarte de tu enemigo. Puedes ignorar por completo o bloquear a alguien de las redes sociales, socavar sus intentos de lograr algo, enviarle mensajes de texto anónimos o avergonzarlo públicamente, etc. Piensa en cada opción de venganza y predice cómo te sentirás después. Has pensado en lo que podrías hacer, rasgar la hoja de papel y sentir como te alivia.
4. Buscar el consuelo de amigos y familiares. Los seres humanos son criaturas sociales y necesitan distracción y apoyo de los demás. Cuando te resulte especialmente difícil deshacerte de tu deseo de venganza, busca la compañía de otras personas. No tienes que hablar de tus sentimientos o deseos. Tomen un café o vean una película juntos y traten de concentrarse en sus amigos. Esto te ayudará a distraerte de tus deseos y te hará más feliz, en lugar de estar tenso o enojado.
5. Dale tiempo. Con el tiempo habrás procesado tus emociones, y tus sentimientos de venganza también serán menos intensos. Con el tiempo, perderá interés en buscar represalias y se centrará en lo que es importante en su vida.
Parte 3 de 3: perdonar a tu oponente
1. Hablar con la otra persona. Si es posible, intenta iniciar un diálogo con el agresor para entender su punto de vista. Hazle preguntas como “¿Hice algo que te molestó??” o “¿Qué puedo hacer para asegurarme de que todo esté bien entre nosotros??" No seas presuntuoso ni discutidor, pero trata de ser comprensivo y empático.
- Puede ser difícil hablar con tu oponente en persona, por lo que también puedes intentarlo por mensaje de texto o correo electrónico. Sin embargo, las palabras escritas pueden marcar un tono diferente de su verdadera intención y pueden malinterpretarse.
2. Mostrar compasión. Muestre compasión a su oponente, tanto directa como indirectamente. Él o ella puede estar pasando por un momento difícil, o puede no tener las habilidades para manejar ciertas situaciones de manera adecuada. Reconoce que tu oponente es humano y tiene sentimientos.
3. Sepa que no tiene control sobre su oponente. Cuando elijas perdonar a alguien, date cuenta de que esto no significa que tu oponente también te perdone. No tienes control sobre las acciones y sentimientos de tu oponente. Pero eso no determina tu decisión de perdonar.
4. Entiende que depende de ti perdonar. El perdón y la reconciliación son muy diferentes entre sí, ya que la reconciliación requiere que ambas partes trabajen juntas, mientras que el perdón solo requiere de ti. Perdonar a alguien no significa que dejes ir lo que la otra persona ha hecho, sino que simplemente aceptas lo que pasó y que estás dispuesto a seguir adelante y dejarlo ir.
Consejos
- Comprende que tus acciones tendrán consecuencias, y si actúas de acuerdo con tus sentimientos de venganza, puede surgir más negatividad de eso.
Advertencias
- Si tienes un deseo incontrolable de venganza, habla con un profesional de la salud mental, como un terapeuta o un consejero, para aprender a lidiar con estas emociones.
Artículos sobre el tema. "Deshazte de los sentimientos de venganza profundamente arraigados"
Оцените, пожалуйста статью
Popular