Por ejemplo, tiene varios problemas que resolver y necesita decidir cuál abordar primero. Resolver un problema puede aliviar la tensión o quitarle presión a otro problema. Una vez que tomes una decisión, no dudes de ti mismo. Esté dispuesto a mirar hacia adelante desde ese punto sin preguntarse qué hubiera pasado si hubiera elegido algo diferente. Por ejemplo, si tiene muchas tareas que entregar para aprobar una materia escolar, concéntrese en cuántas tiene que hacer y acérquelas una a la vez. Trate de combinar y resolver problemas juntos tanto como sea posible. Por ejemplo, si se está quedando sin tiempo para estudiar, intente escuchar una conferencia grabada mientras camina a clase o revisa sus notas mientras espera su comida. Intente escribir sobre el problema en su diario para obtener claridad al respecto. Incluso puede ayudarlo a separar la emoción del hecho, lo que puede ayudarlo en el proceso de toma de decisiones. Por ejemplo, si está tratando de aprobar una prueba acumulativa, averigüe lo que ya sabe y lo que aún necesita aprender. Vuelva a leer todo lo que ya sabe y luego comience a aprender más información de sus notas, libro u otros recursos que puedan ayudarlo. Presta atención a cómo te hacen sentir estos escenarios. Por ejemplo, si tiene una fecha límite, es posible que desee dejar de cocinar o ir al gimnasio para poder dedicar ese tiempo a su proyecto. Limite las tareas innecesarias cuando sea posible. Por ejemplo, puede recibir sus compras para ahorrar tiempo en las compras. Luego puede dedicar ese tiempo a otras tareas. Los problemas como aceptar un trabajo en el otro lado del país que paga bien pero que hoy lo dejará lejos de su familia pueden requerir diferentes formas de abordarlos. Considere la solución lógica, pero también piense en sus pensamientos, sentimientos y cómo la decisión afecta a los demás. Por ejemplo, si está comprando una casa y no está seguro de cómo tomar la decisión final, hable con otros propietarios sobre sus pensamientos o arrepentimientos sobre la compra de una casa. Por ejemplo, si está experimentando dificultades financieras, preste atención a cómo sus esfuerzos afectan el dinero que ingresa y el dinero que gasta. Si apegarse a un presupuesto ayuda, entonces siga haciéndolo. Si solo usar efectivo te da dolor de cabeza, prueba otra cosa. Mantenga un diario donde registre su progreso, éxitos y desafíos. Puedes revisar esto para motivarte si te sientes desanimado. Por ejemplo, si está abrumado con una lista demasiado larga de cosas que hacer, tal vez no sea la lista el problema, sino no poder decir "no" a las cosas que no puede hacer. Si se siente estresado, enojado o abrumado, es posible que esté agotado. Haz una lista de las cosas que te causan estrés o frustración. Trate de reducir estas cosas en el futuro. Si te sientes abrumado nuevamente, podría ser una señal de que necesitas reducir. Encuentre un terapeuta a través de su médico de cabecera o seguro. Un médico o un amigo también puede recomendar algo.
Resolver un problema
Contenido
La forma en que enfrenta los desafíos a menudo determina su éxito y felicidad. Si está atascado tratando de resolver un problema, intente definirlo y dividirlo en partes más pequeñas. Elige si quieres abordar el problema de forma lógica o si necesitas pensar en cómo te sentirás con el resultado. Encuentre formas de abordar sus problemas de manera creativa trabajando con otras personas y abordando el problema desde una perspectiva diferente.
Pasos
Método 1 de 3: abordar el problema
1. Define el problema. Encuentre el problema real, no solo los síntomas que se derivan del problema. Cuando defina el problema, no mire las cosas que no pertenecen, solo cuál es el problema real. Puedes consultar los otros problemas más tarde. Familiarícese con el problema y entiéndalo completamente.
- Por ejemplo, si tu habitación está constantemente desordenada, tal vez el problema no sea que seas una persona desordenada. Puede que te falten papeleras o lugares para guardar tus cosas de forma organizada.
- Trate de ser lo más claro y completo posible al definir el problema. Si es un problema personal, sé honesto contigo mismo sobre las causas del problema. Si es un problema de logística, usted determina exactamente dónde y cuándo ocurre el problema.
- Determinar si el problema es real o casero. ¿Necesitas resolver este problema o se trata de algo que quieres?? Poner las cosas en perspectiva puede ayudarlo a superar el proceso de resolución de problemas.
2. Toma decisiones importantes primero. Reconocer las decisiones que debe tomar y cómo contribuyen a resolver su problema. Tomar decisiones puede ayudarlo a avanzar en la solución de sus problemas, así que comience por definir en qué quiere enfocarse, qué debe hacerse y cómo lo hará.
3. simplificar el problema. Un problema demasiado complicado puede resultar abrumador y difícil de resolver. Si hay varios problemas, divídalos en partes más pequeñas y afróntelos individualmente. Dividir el problema en sus partes más pequeñas lo ayudará a comprenderlo y encontrar una solución.
4. Haga una descripción general de lo que sabe y lo que no sabe. Familiarízate con el conocimiento y la información que ya tienes. Entonces encuentra lo que necesitas. Infórmese sobre toda la información posible y luego organícela de manera significativa.
5. Anticipar resultados futuros. Piense en un Plan B (o más) para que no se quede atascado con una solución. Una vez que haya encontrado posibles soluciones, piense en cómo resultaría cada una. Considere los posibles resultados y el efecto que tendrían en usted y en quienes lo rodean. Crea un escenario favorable y un escenario desfavorable en tu cabeza.
6. Divide tus recursos. Sus recursos pueden ser tiempo, dinero, esfuerzo, tiempo de viaje, etc. Si resolver el problema es una prioridad principal, es posible que deba dedicar más recursos a resolver el problema de lo que lo haría de otra manera. Piense en los recursos que tiene que puede utilizar para resolver su problema.
Método 2 de 3: adoptar un enfoque creativo
1. Lluvia de ideas sobre diferentes soluciones. Piensa en diferentes formas de resolver tu problema. Saber que hay más de una forma de abordar el problema puede ayudarlo a darse cuenta de que tiene opciones.Una vez que haya encontrado algunas alternativas, decida cuáles son plausibles y cuáles olvidar.
- Si está tomando una decisión compleja, escriba sus alternativas. Así no olvidarás ninguna opción y podrás tachar todo lo que no sea plausible.
- Por ejemplo, puede tener hambre y necesitar algo para comer. Piensa si quieres cocinar, comprar comida rápida, recibir algo a domicilio o ir a un restaurante.
2. Pruebe diferentes enfoques para un problema. Si resuelve un problema simple, las habilidades analíticas o lógicas lo ayudarán mejor. En otras ocasiones, es posible que deba confiar en sus emociones para que lo guíen. A menudo, los problemas requieren una combinación de habilidades de pensamiento, sus sentimientos y tal vez su intuición para llegar a una solución. No tenga miedo de usar este enfoque para la resolución de problemas, simplemente juegue con él y vea qué funciona mejor para usted.
3. Pide consejo a otros. Si su problema no es agudo, pida consejo a otras personas. Tal vez conozcas a alguien que haya tenido un problema similar en el pasado que pueda decir algo y darte su opinión. Si sigues su consejo o no, depende de ti. Sin embargo, puede ayudar a obtener una perspectiva diferente.
4. Sigue tu progreso. Cuando trabajas para alcanzar una meta, prestas atención a cómo van las cosas. Si está progresando y va en una dirección positiva, continúe. Si te das cuenta de que tu enfoque no es el mejor, piensa en resolver el problema de otra manera. Tal vez necesite idear nuevas estrategias para resolver mejor su problema.
Método 3 de 3: Manejar tus emociones mientras enfrentas las dificultades
1. Cálmate. Tomar una decisión o resolver un problema puede ser difícil si está ansioso o nervioso acerca de cómo resultarán las cosas. Si su miedo afecta su capacidad para resolver un problema, tómese un momento para sentirse tranquilo. Tome algunas respiraciones lentas y profundas para calmar su sistema nervioso y volver al momento.
- Si se siente abrumado, intente escribir una lista de todo lo que necesita hacer. Sacarlo todo de su cabeza y ponerlo en papel puede hacer que sea más fácil decidir qué hacer a continuación.
- El primer paso suele ser el más aterrador. Intenta hacer algo pequeño para empezar. Por ejemplo, si está tratando de volverse más activo, comience a caminar todos los días.
2. Abordar todos los problemas subyacentes. Un problema visible puede tener algunos problemas subyacentes que puede resolver mejor. Si resolvió un problema similar al actual en el pasado pero sigue apareciendo, verifique las causas subyacentes. Es posible que puedas resolver un problema para siempre.
3. Trabajar con un terapeuta. Si tiene dificultades constantes para tomar decisiones o duda de sí mismo después de resolver un problema, puede beneficiarse de trabajar con un profesional de la salud mental. Es posible que estés luchando contra la baja autoestima, lo que puede hacerte dudar de ti mismo o sentirte derrotado. Su terapeuta puede brindarle información y desafiarlo a verse a sí mismo de una manera más positiva y realista.
Consejos
- Si comienza a sentirse abrumado o frustrado, tómese un descanso. Date cuenta de que todo problema tiene una solución, pero a veces estás tan preocupado por eso que no puedes ver más allá del problema.
- No le des la espalda a tus problemas. Volverá tarde o temprano y será más difícil de resolver. El sentido común puede ayudar a reducir el tamaño del problema.
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