Infórmate de antemano de cómo evitar las causas. Por ejemplo, si ciertos alimentos son la causa, asegúrese de no tenerlos en casa. Si comes en un restaurante, pide a tus compañeros de mesa que no pidan ciertas cosas que te enferman, o que las mantengan alejadas de ti. Evita las causas siempre que no interfieran en tu vida ni en la de otra persona. Por ejemplo, si los baños públicos te provocan náuseas, asegúrate de que no te obliguen a quedarte en casa todo el tiempo. Si acepta que tiene emetofobia, es posible que otros puedan aceptarlo más fácilmente. Es posible que no pueda aceptar su trastorno de la noche a la mañana, porque la ansiedad puede ser enorme. Dite a ti mismo cada vez más a menudo: "No importa que le tenga miedo a eso, me siento bien". Considere decir afirmaciones positivas todos los días para aumentar su confianza y relajarse. Por ejemplo, dígase a sí mismo: "Uso con éxito el transporte público todos los días, y hoy será lo mismo". Leer foros en línea como Fundación emetofobia, que puede ayudarte a aceptar tu trastorno y ponerte en contacto con otras personas con emetofobia. Cuéntales a otros sobre tu miedo antes de que suceda algo. Por ejemplo, si le molesta el olor a mostaza, diga: "Lo siento si soy grosero. Tengo un trastorno que me da muchas náuseas cuando huelo el aderezo de mostaza", o "Me pongo muy enfermo cuando alguien cambia a un bebé sin importar lo lindo que sea el tuyo". Descubrirás que la gente te tendrá en cuenta al no ordenar ciertas cosas o cambiar bebés frente a ti. Considera resolverlo con humor. Bromea sobre tu emetofobia para romper la tensión. Por ejemplo, si estás en el auto, di: "puedo estar en el frente? De lo contrario, podría vomitar en tu cuello". Ignora las declaraciones que te molestan o las contradices con información sobre tu trastorno. Hablar con familiares o amigos sobre sus sentimientos acerca de ser estigmatizados puede ayudar. Participe en debates y foros sobre su tipo de emetofobia. Pregúntele a su médico si conoce algún grupo de apoyo en su área. También puede buscar en la web comunidades virtuales, como la Fundación Emetophobia. Considere unirse a un grupo de apoyo para quienes sufren de ansiedad, ya que la emetofobia también es un trastorno de ansiedad. Grupos como Anxiety, Compulsion, and Phobia Foundation pueden ayudarlo a encontrar un grupo de apoyo local o virtual para su miedo asociado con la emetofobia. Hable con familiares o amigos sobre su trastorno, ya que pueden brindarle apoyo inmediato si su ansiedad estalla. Terapia de exposición, donde te expones a las causas como olores, películas, fotos o comer un buffet. Terapia cognitivo-conductual, que consiste en exponerse gradualmente a las causas, separando finalmente el vómito del miedo, el peligro o la muerte. Obtenga una receta para uno de los antieméticos más conocidos, como la clorpromazina, la metoclopramida y la proclorperazina. Pruebe las tabletas de viaje o los antihistamínicos, que pueden ayudar a prevenir las náuseas y los vómitos si no puede acudir al médico de inmediato.Un antihistamínico muy conocido contra las náuseas es el dimenhidrinato. Tomar antidepresivos como fluoxetina, sertralina o paroxetina, o un ansiolítico como alprazolam, lorazepam o clonazepam para combatir el miedo a vomitar. Respira profundamente para liberar la tensión. Inhala y exhala según un patrón fijo. Por ejemplo, inhala mientras cuentas hasta cuatro, aguanta la respiración mientras cuentas hasta dos y luego exhala mientras cuentas hasta cuatro. Siéntese derecho, con los hombros hacia atrás para aprovechar al máximo la respiración profunda. Relajación muscular progresiva para relajar todo el cuerpo. Comience en sus pies y muévase hacia su cabeza. Tensa cada grupo muscular durante cinco segundos. Luego relaja tus músculos durante 10 segundos para una relajación profunda. Después de 10 segundos, pasa al siguiente grupo muscular, hasta que termines. Beba líquidos que sean transparentes o que se derritan en un líquido transparente, como cubitos de hielo o paletas heladas. Manténgase bien hidratado bebiendo agua, jugo de frutas sin pulpa, sopa o caldo, o refrescos claros como ginger ale o Sprite. Beba té de jengibre o menta para mantenerse hidratado y aliviar las náuseas. Puedes comprar bolsitas de té de jengibre o menta, o hacer tu propio té fresco remojando unas ramitas de menta o trozos de jengibre. Evite las bebidas que puedan provocarle náuseas, como el alcohol, el café o la leche. Reduzca sus actividades si nota que comienza a sentirse peor, ya que el ejercicio puede provocarle más náuseas y vómitos. Piensa en la ropa que usas cuando sales a comer. Si te pones jeans ajustados cuando comes pizza, o cualquier cosa que haga que tu estómago se expanda, puede volverse demasiado apretado cuanto más comas. Mejor usa un vestido, o pantalones con elástico.
Hacer frente a la emetofobia
Contenido
A nadie le gusta vomitar. Aunque la mayoría de las personas nunca han oído hablar de la emetofobia, o el miedo a vomitar, es un trastorno de ansiedad muy común (es la sexta fobia más conocida) y afecta principalmente a mujeres y adultos jóvenes. Para alguien con emetofobia, el miedo asociado con la posibilidad de vomitar es insoportable. De hecho, la emetofobia puede tener síntomas similares a los del trastorno de pánico, y hace que las personas que la padecen eviten cualquier cosa que les pueda hacer vomitar, como estar cerca de alguien que está vomitando, comer en restaurantes, beber alcohol e ir a baños públicos. . Pero al abordar activamente su miedo a vomitar y aliviar las náuseas, puede aprender a sobrellevar la emetofobia.
Pasos
Parte 1 de 3: Lidiando con el miedo a vomitar
1. Descubre cuáles son las causas. En la mayoría de los casos, la emetofobia es causada por algo en particular, como un olor o estar sentado en la parte trasera del automóvil. Si descubres qué te provoca la emetofobia, podrás evitarla o superarla con ayuda de la terapia. Algunos ejemplos son:
- Ver a alguien vomitar o pensar en alguien vomitando.
- El embarazo
- Viajar
- Medicamento
- Fragancias
- Alimentos
2. Evitar las causas. Muchas personas solo necesitan evitar las causas del trastorno y los miedos que lo acompañan para hacer frente a la emetofobia. Tenga en cuenta que esto no siempre es posible, como cuando tiene un hijo enfermo, por lo que deberá encontrar formas alternativas de lidiar con su miedo si es necesario.
3. Acepta tu trastorno. La emetofobia es relativamente común, pero aun así puede ser insoportable si la padeces. Si acepta que tiene miedo de vomitar, es posible que pueda relajarse mejor para poder lidiar mejor con el miedo.
4. comunicarse con otros. Las personas pueden reaccionar de manera extraña en situaciones en las que tratas de evitar las causas. Sea honesto acerca de su trastorno con los demás y podrá evitar situaciones o preguntas incómodas. También puede ayudarte a relajarte para que puedas controlar tu ansiedad más fácilmente.
5. Tolerar los estigmas sociales. Algunas personas no entienden qué es la emetofobia o no creen que exista. Trata de entender si te estigmatiza y date cuenta de que su comportamiento es el resultado del desconocimiento del trastorno.
6. Únase a un grupo de apoyo. Debido a que la emetofobia es común, existen varios grupos de apoyo, incluso en línea, a los que puede unirse. Si eres parte de una comunidad que tiene experiencias similares, es mejor que te enfrentes a la emetofobia o busques tratamiento.
Parte 2 de 3: recibir tratamiento
1. Haga una cita con su médico. Si el miedo a vomitar interfiere con su capacidad de llevar una vida normal, programe una cita con su médico. Él / ella puede ayudarlo a encontrar formas de sobrellevar la situación o recetarle antieméticos para ayudar con las náuseas y los vómitos.
- Recuerde que si bien el miedo a vomitar es bastante normal, es importante buscar ayuda si comienza a apoderarse de su vida diaria.
- Pregúntele a su médico si puede haber una causa subyacente para su emetofobia y si puede tratarla, como una mala experiencia cuando era niño o durante su embarazo.
- Considere ver a un psiquiatra u otro consejero que pueda ayudarlo a superar el miedo a vomitar con alguna terapia.
2. ir a terapia. No tienes que sufrir emetofobia por el resto de tu vida, aunque puede llevar mucho tiempo superarla. El trastorno se puede tratar con éxito con diferentes tipos de terapia, que en realidad no requieren que vomites, pero que te enseñan a vivir de tal manera que ya no tengas miedo de vomitar.Ejemplos de terapias a las que te puedes someter son:
3. Tomar medicina. Si el miedo a vomitar y las náuseas asociadas son intensos, su médico puede recetarle medicamentos para tratarlo. Pida antieméticos, que pueden ayudar con las náuseas y los vómitos, y ansiolíticos o antidepresivos para tratar el trastorno subyacente.
4. Prueba técnicas de relajación. Debido a que los síntomas de la emetofobia suelen ser similares a los de un ataque de pánico, la relajación puede ayudar a controlar su reacción y reducir las náuseas o los vómitos.Prueba diferentes técnicas de relajación para calmarte y sentirte mejor. Algunos ejemplos de ejercicios son:
Parte 3 de 3: aliviar las náuseas y los vómitos
1. come algo sencillo. Si tiene un ataque de náuseas, o si tiene que vomitar, sígalo dieta BRAT, que significa plátanos, arroz, puré de manzana y tostadas. Estas cosas calmarán tu estómago y aliviarán el miedo a vomitar porque son fáciles de digerir.
- Pruebe otros alimentos fáciles de digerir, como galletas saladas, papas hervidas o natillas.
- Agregue otras cosas a su dieta tan pronto como se sienta mejor.Por ejemplo, puedes probar muesli, frutas, verduras cocidas, mantequilla de maní y pasta.
- Deje las cosas que le provoquen náuseas o que le causen malestar estomacal. Por ejemplo, los lácteos y los dulces pueden causarle náuseas.
2. Beba líquidos claros. La deshidratación puede hacerte sentir náuseas y aturdimiento, lo que puede provocar emetofobia. Beba líquidos claros a lo largo del día para mantenerse hidratado y evitar forzar el estómago.
3. Descansa lo suficiente y toma una siesta. Asegúrate de dormir lo suficiente por la noche, porque así estarás descansado durante el día y podrás lidiar mejor con tus miedos. Considere tomar una siesta corta durante el día para aliviar las náuseas.
4. Usa ropa suelta. Si usa ropa ajustada, ejerce presión sobre su estómago. Esto puede provocarle náuseas o vómitos. Evitar la ropa ajustada ayudará a reducir el malestar estomacal y lo ayudará a relajarse para que tenga menos miedo de vomitar.
Advertencias
- Obtenga ayuda si la emetofobia comienza a gobernar su vida.
- Centrarse en su miedo en lugar de tratar de superarlo solo empeorará la emetofobia.
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