Una buena manera de respetar los límites es asegurarse de no exceder los límites de su relación con una persona. Por ejemplo, si está tratando con un colega o un cliente, asegúrese de que sus tratos entre ellos siempre sean profesionales. Si no eres el padre de un niño en particular, no es una buena idea castigar a ese niño. Otro elemento importante de respetar los límites es aceptar el derecho de los demás a sus propios valores, creencias y opiniones. Si bien es posible que no esté de acuerdo con ellos, a menudo es mejor ocuparse de sus propios asuntos en lugar de entrometerse en las creencias de los demás. Por ejemplo, si las personas evitan el contacto visual, se alejan de usted o se cruzan de brazos mientras habla, es probable que le estén pidiendo en silencio que no interfiera o intervenga. Por ejemplo, si nota que dos personas están discutiendo, entonces es hora de llamar a la policía y no quedarse sentado y mirar. Si alguien está intoxicado y tiene la intención de conducir, está bien intervenir y quitarle las llaves, ya que es probable que se haga daño a sí mismo y a los demás. Si te encuentras con ganas de hacer declaraciones sabias, recuerda que todos tienen derecho a tomar sus propias decisiones y que no tienes nada que ver con la forma en que alguien quiere vivir su vida. Parte de esto es respetar las elecciones y el espacio vital de los demás. Cuando estés en la casa de otra persona, no asumas que él o ella tiene que vivir como tú. Que tengan sus costumbres y normas, sin interferir con ellas. Por ejemplo, si su hermano se está divorciando, no es prudente intentar jugar al consejero matrimonial. Pero tranquilizarlo y ofrecerle compañía, o cuidado ocasional para sus hijos, lo ayudará sin aumentar el estrés o el drama de la situación. La mejor manera de hacer esto es reenfocar la conversación en un panorama más amplio en lugar de un tema privado. Por ejemplo, si está en el trabajo, redirija la conversación a asuntos relacionados con el negocio, en lugar de los asuntos personales de un compañero de trabajo. Hacer esto te hará más consciente de cómo participas en los chismes y será más fácil evitarlo en el futuro. También le brinda la oportunidad de predicar con el ejemplo al asumir la responsabilidad de impulsar los rumores y el comportamiento negativo. Por ejemplo, si alguien está difundiendo rumores sobre la vida sexual de un compañero de trabajo, redirija la conversación a un informe reciente que haya sido excelente o a su trabajo voluntario en el banco de alimentos local. Si tiene dificultades para no participar en chismes, comience poco a poco. Ponte a prueba para no participar en él durante un día completo. Si tiene éxito, extienda la duración de su próximo desafío hasta que se convierta en un hábito, no en un desafío.
Ocupándose de su propio negocio
Contenido
A menudo es tentador involucrarse en las conversaciones privadas, la vida y los problemas de los demás. Interferir o quedar atrapado en dramas personales que no están directamente relacionados contigo puede ser inútil para las partes involucradas y perjudicial para tu propia salud mental. Serás más feliz y obtendrás más respeto de tus colegas si aprendes cuándo y cómo no interferir en los asuntos de otras personas. No entrometerse en los asuntos de otras personas no significa ignorar las responsabilidades o ignorar el mundo que te rodea. Simplemente significa que sabes cuándo es mejor mantenerte fuera.
Pasos
Método 1 de 3: saber cuándo mantener la distancia
1. Sepa cuándo un problema le concierne directamente o no. A menos que usted sea un participante directo en una situación personal, es mejor mantenerse al margen de algo al no involucrarse directamente. Incluso si te involucras indirectamente en un problema, no significa que te concierne o que tienes derecho a intervenir.
- Un ejercicio útil para obtener una perspectiva de una situación es crear un gráfico circular para analizar su relación con esa situación. Comience dibujando un círculo y escriba los nombres de todas las personas directamente involucradas en la situación en el centro. Luego dibuje otro anillo para las personas más preocupadas por el problema. Siga dibujando círculos a su alrededor como ondas en el agua, para cada nivel de los involucrados, y vea dónde se encuentra dentro del diagrama.
- Por ejemplo, si piensas en la ruptura de un amigo, pon a la pareja en el medio. Luego viene su familia, y amigos como tú en el tercer `carril`. Ver esto visualmente puede ayudarte a reconocer que a pesar de que te ha conmovido, todavía no es tu problema resolverlo. Lo mejor que puedes hacer es apoyar a las personas que están más directamente involucradas.
- Tenga en cuenta que esto no significa que no deba preocuparse por cuestiones sociales, como la pobreza o la salud de los niños, que no le afectan directamente. Sin embargo, tienes que ser sensible con las personas que se ven directamente afectadas por él, si te involucras.
2. respetar los límites. Reconocer que toda persona tiene derecho a la intimidad y que toda persona es responsable de su propia vida. No espere que las personas compartan información personal y no intente controlar cómo otros usan su tiempo o sus recursos.
3. Cuidado con las señales. Da un paso atrás cuando las personas dejen en claro, directa o indirectamente, que tu aporte no es deseado. Respeta a los demás cuando te digan que algo no es asunto tuyo y/o cambia de tema. Incluso si no te dice explícitamente que te mantengas al margen, ten en cuenta lo que te dice su lenguaje corporal.
4. Evaluar el riesgo en una situación. Ocuparse de sus propios asuntos no significa que deba quedarse sentado y ver cómo sucede una situación potencialmente peligrosa. Si ve a alguien participar en un comportamiento arriesgado que es ilegal, físicamente destructivo y/o potencialmente dañino para sí mismo o para los demás, es su responsabilidad intervenir, especialmente si nadie más está haciendo nada.
Método 2 de 3: observa tu propio comportamiento para evitar interferencias
1. Mantén tu distancia. Si hay una charla, reunión o evento exclusivo al que no fuiste invitado, no interfieras ni interfieras. Mantente alejado o aléjate.
- Si bien ser excluido puede resultar doloroso, es importante comprender que puede haber buenas razones por las que algo no es asunto suyo.
2. No des consejos no solicitados. Es tentador dar tu opinión cuando ves algo que no encaja con tus propios hábitos diarios o estilo de vida. Aunque eso no significa que lo sepas mejor. No es probable que las personas tomen su intervención amablemente a menos que lo hayan pedido explícitamente.
3. Evita juzgar a los demás. Es natural emitir juicios, por lo que es importante conocer y frenar las desventajas de ese instinto. Cuando se trata de ocuparse de sus propios asuntos, evitar comentarios irreflexivos significa no asumir que comprende completamente una situación. Otorgue a todos los involucrados el beneficio de la duda hasta que comprenda.
4. Apoyar a otros sin interferir. Ocuparse de sus propios asuntos no significa que no deba ofrecer amor y apoyo a los demás. Simplemente significa que no debe asumir el papel de solucionador de sus problemas, lo que generalmente solo complica un caso en lugar de resolverlo.
Método 3 de 3: evitar los chismes
1. Mantén tu distancia o aléjate. Chismear es hablar de manera inapropiada (y muchas veces sin fundamento) sobre los asuntos personales de otras personas. Es lo opuesto a ocuparse de sus propios asuntos. Si sabes que la gente chismea o tiende a chismear, la solución más fácil es mantener la distancia.
- Si te involucras en chismes, puedes expresar claramente tu objeción simplemente alejándote. Discúlpate, como "Lamento interrumpir, pero tengo trabajo que hacer" y deja la situación.
2. Cambiar el tema. Si una conversación va en la dirección de los chismes, diríjala en una dirección diferente. Esto deja en claro que no está dispuesto a participar en chismes sin tener que amonestar a los culpables.
3. Detener el ciclo de rumores. No se deje tentar por los chismes y no lo empeore agregando nuevos chismes a la conversación. es mejor estar en silencio. Si alguien te pasa chismes, no repitas su contenido en otro lugar. Haz que se detenga contigo.
4. Atrápate con los chismes. Si se encuentra haciendo o a punto de hacer un comentario de chisme, contráigase. Si se desliza en una conversación, reconozca que sus comentarios fueron inapropiados y cambie de tema.
5. Haga un esfuerzo consciente para compartir noticias positivas. El chisme es una forma negativa de especulación sobre los demás. Contrarreste esto enfocando tus conversaciones en las cosas buenas que sabes sobre una persona.
6. dar el ejemplo. Quieres demostrar que no estás participando en chismes dañinos, pero tampoco quieres parecer complaciente al respecto (que en sí mismo es una forma de interferencia). La solución es ser un ejemplo a través de tus acciones y comportamiento, no sermoneando a la gente o siendo dogmático.
Consejos
- Aprender a ocuparse de sus propios asuntos puede tener grandes beneficios personales y sociales al convertirlo en una persona más feliz y agradable.
- Aprender a ocuparse de sus propios asuntos también requiere algo de paciencia. El primer paso es ser consciente del problema y cómo abordarlo. Sea paciente consigo mismo mientras aprende a implementar estas lecciones en su vida.
Advertencias
- No entrometerte en algo no significa que el mundo ya no te concierne o que estás ignorando completamente a todos. En cambio, se trata de saber cuándo y en qué situaciones debes intervenir.
- No involucrarse no significa que solo esté atento a actividades dañinas o ilegales. Siempre comuníquese con las autoridades correspondientes si ve algo que está mal.
- Cuando las personas te piden directamente que intervengas, nunca es prudente ponerte en medio del problema de otra persona. En cambio, ofrézcales apoyo y aconséjeles, si es necesario, para buscar la ayuda de un experto en el problema.
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