Por ejemplo, si tu pareja te engañó o te abandonó, es comprensible que estés enojado. La sensación de pérdida que tienes es causada por el hecho de que ya no te sientes amado, valorado o respetado. Además, tu pareja probablemente sabe de qué manera te ha lastimado. Otro ejemplo es si un amigo tiene una entrada extra para un concierto, pero no te invita. Esto te hace sentir que has perdido la amistad o la camaradería, por lo que te sientes preocupado y enojado. Sin embargo, es posible que tu amigo no se dé cuenta de que te ha lastimado. Si el duelo está relacionado con un divorcio u otra ruptura, puede parecer que la pérdida es para siempre. Si el duelo tiene que ver con sentirse ignorado, olvidado o de otra manera irrespetado, puede parecer que ha perdido a la otra persona temporalmente porque ya no recibe atención ni respeto. Es importante que la otra persona también siga adelante con el proceso de duelo para que la ira no se dirija hacia ti cuando te veas. Incluso si la otra persona te ha lastimado, puede sentir pérdida o arrepentimiento. Por ejemplo, puedes encontrar guijarros a lo largo de un río y arrojarlos al agua después de unir un aspecto de tu ira a cada guijarro. Recuerda que tal vez la otra persona no sabía que te estaba lastimando. Si te lastimó a propósito, trata de pensar qué lo motivó a hacerlo. Sin embargo, si la otra persona no está dispuesta a corregir su error, o si el dolor es tan intenso que nunca podrás volver a confiar en ella, es posible que la reconciliación no sea una buena idea. Sepa que es posible que la otra persona no cambie inmediatamente su comportamiento si la ha perdonado. El propósito del perdón en este caso es solo liberarte de la ira y el resentimiento que de otro modo tendrías. El perdón es bueno para tu propio bienestar y es una necesidad interna, no externa. Aceptar la responsabilidad puede comenzar con dejar ir las emociones negativas. Puede hacer esto haciendo una lista de 3 a 5 de las emociones negativas más fuertes que siente y luego pensando en reemplazar cada emoción negativa por una positiva. Rodéate de gente positiva. Al exponerse al optimismo y los pensamientos positivos de los demás, puede comenzar a pensar positivamente nuevamente. Con el tiempo, también desarrollará pensamientos positivos que pueden reemplazar su ira. Siempre es una mala idea enviar la carta. Eso podría interpretarse como una acción de represalia, o podría malinterpretarse, causando que las cosas se salgan de control.Incluso si lo escribes con la mayor cortesía posible, las cosas pueden salir mal para la otra persona, especialmente si sufre de baja autoestima u otros problemas personales. Si no te gustan los deportes, también puedes empezar a caminar o poner tu energía en un nuevo pasatiempo, o puedes organizar algo divertido para tu familia o amigos. Consultar a un líder religioso. Leer escrituras sagradas o libros espirituales sobre la ira y el perdón. Al mismo tiempo, no dejes que el que te lastimó arruine tu vida. Si tienen muchos amigos en común, traten de reunirse con sus amigos sin la otra persona alrededor.
Dejar ir la ira
Contenido
Todos hemos estado enojados porque alguien nos lastimó. Aunque también puede hacerte sentir dolor, tristeza o desilusión, la ira puede ser peligrosa si te quedas atrapado en ella. No dejes que la ira afecte tu salud física y mental. Reconoce tu ira, aprende a lidiar con ella y trata de procesar tus emociones. Si bien sería bueno que nadie te vuelva a lastimar, es mejor que aprendas a dejar ir el enojo y superarlo más fácilmente.
Pasos
Parte 1 de 3: reconocer que estás enojado
1. entender la ira. Es importante aprender a dejar ir la ira, no solo por su propia salud psicológica, sino también por su salud física. Dejar ir la ira tiene que ver en parte con el perdón, y el perdón puede tener un efecto repelente, lo que hace que sea menos probable que otros te lastimen en el futuro.
- Si alguien lo engaña o lo lastima, puede afectar negativamente su salud a través de un aumento de la ansiedad y el estrés. Esto puede ser malo para el corazón, el sistema inmunológico y el sistema nervioso.
2. identificar el problema. Piensa en lo que te duele. Solo cuando reconoce la pérdida o el problema subyacente puede comenzar a abordar el problema y dejarlo ir. También es importante entender si la otra persona sabe que te ha hecho daño. Esto afectará la forma en que comience la Expiación.
3. Permítete sufrir. Un conflicto entre dos personas y su resultado puede verse como un proceso de duelo. Por ejemplo, si alguien te lastima, puedes sentir que has perdido a esa persona. Las diferentes etapas del duelo pueden ser útiles para comprender mejor sus emociones cuando ha sido herido. También pueden ayudarlo a comprender que su enojo es parte del proceso de duelo, ayudándolo a dejarlo ir.
4. Evita a la persona que te lastimo por un tiempo. La ira puede aumentar a medida que aumentan las tensiones entre usted y la persona que lo lastimó. Espere con el contacto hasta que haya procesado el duelo y pueda seguir aceptando la situación.
Parte 2 de 3: Lidiar con tu ira
1. grito. Hay momentos en que estás tan enojado que quieres gritar. Si estás tan enojado en este momento, deja de leer y grita en una almohada. Gritar crea una liberación física. La investigación ha demostrado que gritar puede liberar toxinas acumuladas por el estrés.
- Sin embargo, tenga cuidado y asegúrese de que la almohada ahogue sus gritos o sus vecinos comenzarán a preocuparse.
2. Saca tu ira en sentido figurado. Si hay muchos aspectos de una situación que te molestan, puedes encontrar algo que represente esas partes y luego descartarlo simbólicamente.
3. Reemplace la ira con compasión. En otras palabras: trata de ponerte en el lugar de la otra persona. Piensa en las razones que la otra persona pudo haber tenido para ser tan hiriente. Es posible que nunca entiendas por completo las motivaciones de la otra persona, y no tienes que estar de acuerdo con ella, pero es más fácil dejar de lado tu enojo cuando has tratado de ver la situación desde el otro lado.
4. Piensa si te gustaría hacerlo bien. Sepa que el perdón no siempre conduce automáticamente a la reconciliación. Si sospecha que la otra persona se arrepiente y quiere hacer las paces, la reconciliación puede ser posible.
5. perdonar. Recuerda que solo tu puedes perdonar. Si puedes dejar tu ira a un lado por completo, puedes perdonar a la persona que te lastimó. Pero el perdón no es para todos y cada situación. El perdón forzado o fingido no le sirve a nadie, menos a ti. Es importante procesar su dolor a fondo, controlar su ira y considerar si el perdón será bueno para usted y cuándo.
6. Asume la responsabilidad de tu propio comportamiento. Tiende a culpar a los demás cuando está enojado. Es importante considerar también su propio papel en esta situación y asumir la responsabilidad del papel que desempeñó. Eso no significa que debas olvidar lo mal que te trató la otra persona. Simplemente significa admitirlo cuando has hecho algo mal, especialmente si alguna vez quieres volver a hacerlo bien.
Parte 3 de 3: Procesando tus emociones
1. Intenta verlo de forma positiva. Piense en las formas en que el duelo lo ha hecho crecer como individuo. Encuentra los beneficios o aspectos positivos inesperados y aférrate a ellos para lidiar con la situación. Si no puede encontrar algo bueno que creó la situación dolorosa, busque otras cosas positivas en su vida u otras cosas por las que esté agradecido.
- Piensa si el dolor te ha puesto en un nuevo camino hacia cosas buenas que de otro modo te habrías perdido por completo.
2. Trata de influir en el mundo de una manera positiva. Puedes arrojar tu ira al mundo e influir en otros con ella, pero luego solo la propagas y los sentimientos negativos se vuelven más fuertes. Al elegir conscientemente tener una influencia positiva en los demás, puede transformar la forma en que socializa de una manera que conduzca a menos ira.
3. Escribir una carta o empezar un diario. Si lleva un diario, escriba sobre su enojo con la mayor frecuencia posible para dejarlo ir. Si no tienes un diario, también puedes escribir una carta a la persona con la que estás enojado para que puedas deshacerte del sentimiento. Sin embargo, no envíe la carta.
4. Practica deportes o comienza un pasatiempo. El movimiento asegura que puedas liberar físicamente la ira. Elige un deporte que te guste. Pasea por el parque, date un refrescante chapuzón o juega al fútbol. Lo más importante es que puedes convertir la energía que se ha acumulado como ira en algo positivo para ti.
5. Vuélvete a la fe o medita. Si crees en Dios, ora por fortaleza y disposición para dejar ir tu ira. Si crees que no puedes dejar ir la ira, invocar un poder superior puede ayudarte a abrir tu corazón para que puedas deshacerte de la ira para siempre. La meditación siempre es una buena manera de equilibrar tu cuerpo, mente y espíritu, seas creyente o no. Hay todo tipo de meditación que puedes probar, así que elige la que más te convenga.
6. Evite los eventos sociales si es necesario. Si alguien con quien estás enojado va a estar presente en una reunión social y no te sientes tentado a comenzar la discusión nuevamente, no hay nada de malo en evitar esa ocasión, incluso si no todos entienden por qué lo haces.
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